21Jul

La importancia de emplear equipos de calidad para llevar a cabo tratamientos de radiofrecuencia
El uso de la radiofrecuencia está muy extendido en el uso de la cirugía desde hace ya algunos años. La aplicación de estas radiaciones electromagnéticas en electro bisturíes o para tratamientos de diatermia era muy frecuente pero, en los últimos años, se ha venido comprobando que resultaba también muy efectiva para tratamientos estéticos. En concreto, suele recomendarse como una excelente alternativa de tipo terapéutica para la flacidez corporal o la celulitis.
El gran éxito de estas técnicas radica en los pacientes que deciden comenzar un tratamiento con ellas no necesitan pasar por el quirófano. De la misma forma, es un complemento perfecto para aquellos que sí lo desean y se practican una liposucción. Y es que su aplicación es muy sencilla ya que únicamente consiste en la aplicación de energía a través de la parte más externa de la dermis que calienta las capas internas afectando al tejido celular subcutáneo y provocando una serie de efectos positivos.
Pero, como en todos los ámbitos de la medicina, sobre todo en estos casos en los que es necesario una máquina, contar con equipos de radiofrecuencia de calidad es tan importante como ponerse en manos de un especialista cualificado y con experiencia en la realización de este tipo de tratamientos. Por ello, antes de comenzar las sesiones, lo aconsejable es recabar toda la información posible acerca de estos aspectos.
Además, el hecho de que el cirujano estético cuente con los mejores y más modernos equipos de radiofrecuencia afectará, de forma muy considerable, a los resultados finales. De hecho, está comprobado que el grado de efectividad de estos aparatos respecto a la formación de nuevo colágeno, una molécula proteica encargada de formar fibras y que permite que la piel adquiera mayor firmeza, es muy variable según el grado sofisticación que posean.
La modernidad de estas máquinas y su calidad también influye de forma directa en la mejora del drenaje linfático, en que la sangre fluya y circule mejor por la piel y en la mejora del metabolismo. Todos estos objetivos son los que se marcan antes de comenzar un tratamiento de radiofrecuencia sobre la piel, el cual suele durar, al menos, cinco sesiones. Además, el enrojecimiento de la piel que solía ir asociado a estos tratamientos es casi inexistente si se utilizan los últimos equipos.
En definitiva, si estás pensando en someterte a un tratamiento de radiofrecuencia para mejorar la flacidez y la celulitis de tu piel, ponte en manos de aquellos profesionales más cualificados y que cuenten con los mejores equipos. Los resultados harán que la inversión merezca la pena.
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